El 8M conmemora las reivindicaciones y logros de los movimientos de mujeres a favor de la igualdad representativa y sufragio femenino, en el último cuarto del siglo XIX y primera
década del siglo XX en EEUU y en Europa.
Cabe recordar que el caso especial de España, en el que, además de la privación deelecciones hasta 1977, pasábamos por un adoctrinamiento muy bien interiorizado por la
inmensa mayoría de las mujeres pues, como bien indica Desirée Martínez Rodríguez en su «Estudio sobre la sección femenina de la Falange Española como guía adoctrinadora
durante el fascismo»:
«Las niñas eran educadas para la sumisión, no necesitaban más que buenos modales..»
Aludiendo el extracto de la guía para la sección femenina:
«No hay que ser nunca una niña empachada de libros, que no sabe hablar de otra cosa…..no hay que ser nunca una intelectual.»
Las mujeres en nuestro país, hasta prácticamente el último cuarto del siglo XX, estuvieron bien instruidas y programadas. Hasta el año 1981 las mujeres españolas, por ejemplo, no podían abrir una cuenta bancaria a su nombre, necesitaban el consentimiento firmado de su marido para abrir un negocio o sus bienes eran patrimonio de su cónyuge…..No olvidemos que no han pasado ni 45 años de esto.
Hacer memoria no significa crear un rancio rencor amnésico, ser un exaltada o no mirar hacia el futuro… Recordar significa no permitir que la desinformación ocupe la cabeza de las generaciones más jóvenes, quienes crecen y continuarán construyendo el camino.
«Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla».
Nuestra responsabilidad adulta consiste en facilitar un verdadero acceso a la información para las y los jóvenes. Que puedan formar su propia mirada del mundo, con una mente crítica y autónoma. Donde, aún en una sociedad que se ve inundada por los postmodernos programas y redes adoctrinadoras que distorsionan quiénes somos y marcan a qué debemos aspirar, nuestras
próximas generaciones cuenten con su propio juicio de valores e integridad humana.
Un entorno para mujeres y hombres en el que se premie el trabajo y no un absurdo carpe díem de fachada; donde se incentive el emprendimiento y las ideas creativas en igualdad de condiciones, lejos de una moderna cosificación de lo femenino.
Estar en igualdad de condiciones significa llevar la vida como cada persona quiera pero que sea la que ella elija, hombre o mujer por igual y en libertad.
Recordar este camino andado hace que todas y todos deseemos poner todo nuestro esfuerzo a favor de seguir generando herramientas y recursos reales para continuar en el camino hacia la igualdad entre mujeres y hombres.
Lourdes Alarcón Zamora.
Secretaria de Organización de Chiva Somos Todos.