Desde que inicie el proyecto en el trato de recuperar diversas zonas del olvido colectivo, muchas personas fueron las que a través de las redes sociales me preguntaban…¿Quién eres? Ya que muchas personas no me conocen ya que vivo en un diseminado pequeño en el que somos pocos vecinos, me imaginaba que la siguiente pregunta que se hacían en su mente era, ¿Por qué un chaval que ni siquiera es de aquí, tiene tanto interés en recuperar todas estas fuentes, cuevas o lugares de interés?
Llegue incluso yo hacerme la pregunta, ¿Por qué?
Porque aquí en Chiva, debo reconocer que conocí al gran amor de mi vida, recuerdo que me la presentaron mis abuelos, una tarde de verano en el huerto, entre los aromas a tierra recién regada, los soleados tomates, las albahaca y la hierbabuena que crecía a los bordes de los surcos improvisados.
Con el tiempo fui teniendo más y más citas, y cada vez más seguidas, porque en ella encontraba la paz.
Veranos cogiendo cangrejos en la Canaleja, otoños comiendo castañas a la luz de la chimenea, inviernos viendo la nieve en los picos de la Sierra de los Bosques y primaveras yendo a por espárragos.
Para un niño de un pueblo de la periferia valenciana industrializada, apasionado por la naturaleza, venir a la caseta de los abuelos en Chiva, era el mejor regalo.
Del enamoramiento que hablaba al inicio era de la naturaleza de Chiva, y cada día que pasa y cada rincón que descubro, mayor es este amor por querer recuperar zonas y poder hacer que cada persona conozca y aprecie el riquísimo entorno que nos rodea.
Firmado
A.R.R.
Miembro de Chiva somos todos
